A tropiezos. Primer lugar independiente y primer 'a tiempo completo' Bienvenido de nuevo a nuestro blog para aprender a costear tu trabajo y ponerle precio a tus servicios. Es un gusto ver que te encuentras comprometido con aprender más sobre la parte financiera de tu negocio. Si te perdiste la entrega anterior, te invito a que le eches un ojo en este enlace: A tropiezos. ¿Cómo inicié y equipé mi taller, y cómo veía el dinero? También puedes encontrar enlaces a todas las entregas publicadas en la segunda entrega ¿Por qué escribo este blog y qué me gustaría que te pueda aportar? A manera de introducción a esta nueva entrega, y para dar contexto y recordar un poco la parte anterior de este blog: Después del curso básico que tomé para aprender sobre ajuste, mantenimiento y reparación de guitarras (reparación como corregir trasteos limando trastes, o reparaciones como cambio de jacks, potenciómetros, etc., mi maestro de guitarra de esos años (maestro distinto al del curso) fue muy importante porque siempre notaba y señalaba las mejoras en mi guitarra y me preguntaba respecto a esos temas como si yo fuera alguien que sabía. Nunca se colocó en una posición de importancia, así que me motivó mucho y eventualmente me invitó a armar un curso para los alumnos de su escuela. No alcanzamos a realizarlo porque se mudó de ciudad, pero el comenzar a prepararlo me dejo un poco más la espina de aprender más a fondo. Aquí fue donde en verdad nació la idea, el sueño quizá, de GBRCenter. Darme cuenta de todo lo que no sabía y todo lo que había por aprender y conocer. A la par y poco tiempo después, hubo dos clases que tuve en la carrera de Diseño Gráfico me llevaron a coquetear con la idea, y eventualmente decidir dedicarme a la reparación de guitarras por mi cuenta y a tiempo completo. Una de ellas fue Pre-prensa en la que uno de los proyectos era diseñar y preparar para impresión la papelería completa para un negocio ficticio o real, si era ficticio, inventar el nombre y diseñar el logo. Ahí nacieron el nombre GBRCenter y su primer logo. Uno o dos semestres después, en clases Organización Empresarial, teníamos que formar un negocio y me dio la idea de tener un taller de guitarras y comenzar a darle forma. En adelante casi cada proyecto de la escuela en el que hubiera forma de aplicarlo, era enfocado al taller. Me enfoqué en la áreas de mercadotecnia y visual (había que vender), pero no así en la financiera. Cometí el error de pensar que solo con vender ya estabas del otro lado. Para este punto, mi maestro de guitarra ya se había mudado de ciudad, y como comenté antes, para el curso que estábamos preparando y para mejorar mi conocimiento y habilidades del oficio, comencé a dar mucha lectura a blogs como www.fretnotguitarrepair.com (ya desaparecido), ibanezrules.com, los boletines de StewMac, y los libros que también tenían a la venta. Toda esa información poco a poco me ayudó a hacerme consciente de mis malas prácticas (y las del gremio local), a aprender muchos trucos y buscar mejores prácticas que me ayudaron a sobresalir como alguien que daba resultados y trabajaba muy distinto. Esto llamó la atención, especialmente en ciertos nichos, que si bien no eran los que yo esperaba, han ayudado a que el taller se mantenga vigente durante muchos años. Sumado a lo anterior y como dato curioso: No sé si verlo como algo positivo o negativo, pero tengo la creencia de que la personalidad del dueño suele afectar a qué clientes atrae el negocio, especialmente cuando el dueño se encarga de todo. Es un punto del negocio que se deberá tratar en algún momento, cuando se diseña, pero no tengo mucho conocimiento al respecto y es tema para otro blog. Gracias a esa información también conocí muchas herramientas con las que comencé a equipar (acaparar) la cocina y sala de la que fue casa de mi abuela (que en ese entonces ya no vivía con nosotros), tomando los libreros, la alacena, el tronchador y todo lo que pude como lugar para trabajar y para almacenar herramientas. Mi restirador y la mesa del comedor se volvieron mi mesas de trabajo. Ahí trabajé 9 años hasta que...
Primer Experiencia como 'Independiente'. O sea, pagar renta por primera vez. Vamos a comprender un poco la experiencia de tener gastos por primera vez. Cosa muy distinta a invertir en tu negocio. Puse mi primer taller fuera de mi lugar de residencia en un espacio que mi novia me rentó, en donde unos meses antes ella había puesto su tienda y consultorio de nutrición. Cabe destacar que es alguien que siempre me ha motivado y apoyado a dejar la zona de confort. Este lugar era una casa en la que le sobraba algo de espacio, y fue ahí en donde tuve mi primer experiencia como 'independiente'. Un lugar que pagar y que tuve que equipar con más cosas, principalmente mobiliario como anaqueles, lámparas, mesas de trabajo. ¿La parte importante de esta historia? Bueno, que aunque la renta no era alta, yo obviamente no sabía que tenía que subir mis precios, así que el aumento en los gastos redujo lo que me quedaba de mis mis ingresos que antes eran completamente libres. (salvo la luz ¿recuerdan el blog anterior?) Como adenda a esta parte, esto no es del todo cierto. Ahora que recuerdo, unos cuatro meses antes de mudarme tuve al que considero mi primer ayudante en forma, y a uno no tan en forma, que estuvieron un tiempo al inicio del nuevo taller. Creo que en ese entonces no los vi como gasto... y tampoco era consciente de su input económico para el taller (segunda parte importante de la historia). Tras unos meses de mudarme, también me vi en la necesidad de comprar un automóvil para moverme con mayor facilidad, ya que necesitaba caminar muchas calles para tener acceso a cualquier tipo de transporte público, del taller a casa de mis papás. Esto, y aunque no era un automóvil caro, nuevamente aumentó mis gastos de forma considerable; más todavía si lo vemos en porcentaje a lo que el taller ingresaba en ese entonces (parte importante número 3). Aunque el automóvil mejoró mi calidad de vida enormemente, comprar herramientas y cosas para el taller se volvió casi prohibitivo; por lo menos durante algún tiempo. También tuve que comenzar a buscar opciones de comida económicas. Y tras unos meses en el nuevo lugar, los chicos que me apoyaban cambiaron de trabajo, así que, para variar, en esa época tenía que trabajar demasiado, a veces de 8 ó 9 de la mañana hasta las 11 ó 12 am, y a veces bien entrada la madrugada. Siempre atrasado con las entregas porque no sabía decir que no a ningún trabajo, y porque como ya mencioné en la entrada anterior de este blog, todo trabajo era una oportunidad de aprender y enamorarme más del oficio. Pero ahora, además de entregar a tiempo, para poder cubrir los nuevos gastos.
Un par de años después, el taller iba muy bien y a inicios de año me decidí a contratar a uno de los mejores ayudantes que el taller ha tenido (no todos van a ser así). Los primeros meses trabajaba sólo algunos días entre semana y sólo por las tardes, y ya después todas las tardes y los sábados por la mañana. Esta vez decidí ir paso a paso porque no sabía cómo sería, le funcionó a él y me funcionó a mi. Ya había tenido ayudantes a medio tiempo, algunos buenos otros no tanto. Ese mismo año y después de dos años y medio con nuestros negocios compartiendo lugar, mi novia se mudó para poner su consultorio y emprender un restaurante en otro lado, aunque no muy lejos. Por mi parte y junto con un buen amigo y alumno (el puso su tienda de instrumentos), nos animamos a rentar ese mismo lugar y compartir el espacio y los gastos. Pude ampliar bastante el taller pero ello nuevamente me requirió de inversión para 'llenar' este nuevo espacio. Más lámparas, más mesas, más focos. Me armé de valor y le ofrecí al ayudante un turno completo todos los días de la semana; lo digo así porque no sabía en ese momento si me era viable pagarle o no, puesto que nunca había tenido a nadie a tiempo completo (y a veces es bueno no saber y dar el salto, jaja). Decidí hacerlo por varios motivos:
Nunca me arrepentí, y en poco menos de medio año ya había alguien más en otra área del taller y por primera vez, el negocio comenzó a funcionar (en general) sin necesidad de que yo estuviera presente la mayor parte del tiempo. Mejoramos mucho los tiempos de entrega y el ingreso también comenzó a ser bueno, por lo menos para lo que estaba acostumbrado. Sin embargo, mi manejo del dinero no fue el mejor, porque continuaba sin haber una división entre el ingreso del taller y mis propios ingresos (punto importante 4), y aunque había más dinero, nunca alcanzaba para pagar mejor, y eso es algo que me pesa. Y aunque los precios eran ya más altos, tampoco sabía si cobraba lo que se tenía que cobrar o no. En este punto tampoco llevaba una relación de ingresos y gastos, salvo los gastos facturados y los ingresos a la cuenta bancaria, que eran muy pocos y no pintaban una imagen real. Saber a dónde se va el dinero (y también de dónde viene) es una de las cosas que es importantísimo tener desde un inicio. (Punto número 5) Por cierto, con negocio 'en auge' y todo, pero seguía viviendo (o por lo menos durmiendo) en casa de mis papás. Hago la mención porque en retrospectiva, veo como una parte muy importante que la actividad económica de alguien, sea negocio, auto-empleo, o freelancing, debe permitirte cubrir tus necesidades básicas como techo, comida, transporte y algo de esparcimiento, por tus medios, y al mismo tiempo permitir al negocio ser sustentable. Y cuando digo lo anterior no hablo de viajes al extranjero, coches de lujo ni ropa de diseñador. Si el ingreso, o mejor dicho, tu sueldo o las ganancias del negocio te lo permiten, adelante, no digo que sea algo malo. Pero sí debes tener la certeza de que en verdad lo permite, y no que eres tú quien te lo permites. Pronto comenzaremos a ver eso más a fondo. Hora de las reflexiones. A lo largo de este texto estuve colocando y enumerando las 'partes importantes' entre paréntesis. Son cosas que ahora en retrospectiva puedo ver y que no sabía en su momento. Tal como me pasó con la reparación de guitarras y, como mencionamos en entregas anteriores, parte de los objetivos de este blog, es que quienes lo lean, puedan tener una mejor noción de las finanzas más básicas de un negocio, y que no solo es vender, desde un inicio. Pero no te quedes con esa idea, vender está bien, siempre que no te quemes, y eso también lo vamos a ver más adelante. Y con estos puntos voy a adelantarme un poco con cosas en la que profundizaremos más adelante, pero es bueno para ir creando las bases y conexiones necesarias. Así que:
Pues bien, todo por hoy. Espero que te vayas con muchas cosas positivas que pensar después de leer esto. Si bien ya comencé a tocar ideas de la carne de esta serie, seguimos en la piel y vamos a profundizar en siguientes entregas, pero te puedes comenzar a dar una idea de a qué vamos. Así que no te olvides de revisar cada una de las entregas de este blog, que publicamos periódicamente, y no olvides dejar tu comentario y compartir esta serie si consideras que es un tema importante a tratar dentro de nuestro gremio, o de cualquier otro. También comenta cuáles son tus opiniones generales al respecto, así como si te ha resultado útil para tu trabajo y si ya implementas algo similar o diferente en tu actividad y cómo llegaste a saber implementarlo. ¡Nos vemos pronto! No dudes en contactarnos si sientes que tu instrumento tiene un problema y deseas que recupere su funcionalidad, o que pueda sentirse lo más cómodo y fácil de tocar, tenemos varias opciones para ello. Si identificas que tu instrumento tiene:
O si deseas capacitarte sobre la implementación de ajustes para lograr la mejor acción... Agenda una cita a través de nuestras redes sociales, nuestro correo electrónico o POR MENSAJE a nuestro WhatsApp. Toda nuestra información en nuestra página de contacto. Esperamos conocerte pronto! También te invitamos a conocer más de nuestro contenido y nuestro trabajo, en nuestro blog regular, nuestro blog de reparaciones, nuestras paginas de servicios (en el menú superior de la página) y nuestro canal de Youtube en donde puedes encontrar más contenido de tu interés.
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A tropiezos. ¿Cómo inicié, cómo equipé mi taller y cómo veía el dinero al iniciar? Un Poco de Historia. Bienvenido de nuevo a nuestro blog para aprender a costear tu trabajo y ponerle precio a tus servicios. Es un gusto ver que te encuentras comprometido con aprender más sobre la parte monetaria de tu negocio. Si te perdiste la entrega anterior, te invito a que le eches un ojo en este enlace: Los Básicos. Conceptos de Finanzas para Negocios. ¿Cómo comencé a reparar guitarras y cómo fue mi desarrollo como profesional del gremio? ¿Por qué te platico sobre esto? Para que en caso de que llegues a identificar algo similar en tu camino emprendurial o de auto empleo, estés consciente, de que quizá hay cosas que debas atender respecto a los números de tu negocio. Según mi experiencia, esto que te platico a continuación es 'la lista de don'ts (los no lo hagas). Profundizaremos en eso más adelante, pero a muy grandes rasgos mi inicio en esto de reparar guitarras fue de la siguiente forma: Comprender el funcionamiento de la guitarra me generaba un profundo interés, y ello me llevó a dar el primer paso educándome al respecto, y tomar un curso muy básico de ajuste, reparación y electrónica de guitarras, con la idea de aprender, quitarme dudas, saber cómo mejorar mis guitarras, por qué algunas guitarras eran mejores que otras; y tal vez después, comenzar a generar un ingreso. Comencé casi de forma por completo independiente, o sea que nunca fui aprendiz en un taller, y fuera de ese curso, fui autodidacta casi por completo. Leyendo blogs, libros y todo lo que podía sobre reparación de guitarras; haciendo cosas que otros lauderos o guitar techs de mi ciudad no hacían, no querían hacer, o hacían de forma muy 'chambona' (sin buscar ser irrespetuoso, solo franco). Todo esto en un espacio en casa de mi abuela. Primero en mi recámara, y después una expansión agresiva a la cocina comedor, y a la sala. Poco a poco, sin gastos y sin idea (del sector o del gremio), y comprando en la medida de lo posible, toda la herramienta para poder hacer, bien, muchos trabajos distintos de esos que nadie quería o podía hacer. ¿Hay otras formas? Sí.
En cualquiera los casos anteriores, pienso que esta serie de blogs te puede ser útil. Y si es así, no olvides dejar tus comentarios. ¿Cómo compré mis primeras herramientas y mis primeras herramientas 'especializadas'? Al comenzar compré las herramientas más básicas y con las que todo mundo piensa que sabe ajustar instrumentos:
¡Y vámonos, ya sé arreglar guitarras! Más o menos. Después conseguí un taladro, un 'mototool' Black&Decker y una prensa para banco de trabajo. Conforme fui aprendiendo y adentrándome más en los ajustes y la reparación. Me percaté de que había ya todo un mundo detrás de esto: herramientas especializadas y conocimiento más allá de lo poquito que yo sabía por el curso que tomé y por los manuales de usuario de los fabricantes de instrumentos, que leía para hacer ajustes. Fue de ahí que partió mi inspiración, al ver los trabajos que hacían en los talleres norteamericanos. Comencé a leer... primero blogs, después libros, después con los años aprendí con DVD's instruccionales. Finalmente en 2013, asistí a la Galloup School de Construcción y Reparación de guitarras, para un curso de dos meses. Ya con más experiencia, videoblogs en youtube, cuya información podía 'curar' según su utilidad, y el Blog de Frank Ford (Frets.com, muy recomendable) con reparaciones que ya podía llevar a cabo. Todo especializado en reparación y ajuste de guitarras o reparaciones que tuvieran repercusión en ello. Así aprendí que había muchas herramientas para hacer distintos trabajos de forma más precisa o para resultados mejores y más consistentes. Mejor afinación, y entonación, y acción más baja sin trasteo, mejores pegamentos según el tipo de reparación, y un abanico de técnicas según la reparación. Regresando casi a mis inicios, recuerdo pensar en el día en que comprara esas herramientas, y después de mucho evaluar las mejores opciones para lo que hacía en ese momento, junté dinero y le pedí prestada su tarjeta de crédito al dueño de la pizzería en dónde trabajaba, y así hice mi primer pedido de herramientas para ajustes; como dije, las que más me llamaron la atención, y que pensé que podían ayudarme más (lo hicieron). Fueron de la extinta LMI (Luthier Mercatile International Co.). Una regla de policarbonato, un medidor para profundidad de cejillas (ambos aún son de uso regular en mi taller) y un medidor de radios, éstos últimos de acrílico. Era una época en la que pagaba por aprender y, con tal de aprender a hacer algún trabajo, especialmente de pintura y reparación, no cobraba anticipos (ni sabía que se podía). Ponía los materiales y pedía las herramientas por adelantado sin cobrárselas al cliente, o para que se animara a hacer el trabajo, le cobraba solo las herramientas (porque yo me las iba a quedar y me parecía lo más justo). Me podía pasar tardes visitando proveedores de pintura y herramientas con el coche de mi mamá. ¿Y la mano de obra? ¿¡La mano de obra qué!? Eso no era importante. ¡Sólo aprender! Y si algo salía mal, con gusto y sin problema lo absorbía yo. Pienso que valió la pena por el lado de aprender el oficio, ganar experiencia en cosas que nadie quería hacer, y por el nombre que me generé en esos años... pero no lo fue por el lado de aprender a tener un negocio sostenible. Fueron unos cinco años así. Vivía en casa de los papás (los míos, claro), con lo que ganaba de la pizzería donde trabajaba y con un negocio prácticamente sin gastos (porque todo era prestado), me era muy fácil decidir el re-invertir todo lo que cobraba en servicios en comprar nuevas herramientas, libros y demás para el taller y para aprender más. Tiempo después y ya con una tarjeta de crédito propia (sí le pagué al dueño de la pizzería lo que me prestó), con unos increíbles $3,000 de crédito, y ya con el dinero que ganaba reparando guitarras, comencé a equipar el taller topando la tarjeta y pagando poco a poco hasta poder comprar otra vez. Cuando vi lo que hacían los intereses mejor comencé a pedir sólo lo necesario. Además por esos años fue la crisis financiera global, y con el dólar 50% más caro, se me complicó un poco el comprar nueva herramienta. Sin embargo, un poco después falleció mi abuela y me dejó algo de dinero con el que aproveché para volver a comprar más herramientas, y más libros y DVD's, para hacer más reparaciones y para aprender a hacer los ajustes y trabajo de trastes que siempre había soñado pero que por su costo no me era posible comprarlas con mi tarjeta ni con lo que ganaba en ese entonces (que en realidad no sabía cuánto ganaba). Tampoco acostumbraba o veía realista ahorrar, y como ya comenté, la dinámica era pedir herramientas, vender, trabajar, pagar la tarjeta, pedir herramientas, vender, trabajar, pagar la tarjeta... así que este dinero me cayó como un millón de dólares, y por primera vez sentí que tenía un taller equipado para hacer todo lo que quería hacer. El trabajo nunca paró, y afortunadamente hasta la fecha no ha parado. Mi reflexión, aunque son cosas que recuerdo con bastante gusto, es que si algo es lo suficientemente barato, nunca va a faltar el trabajo. El problema es que si estás en una burbuja en la que no no hay gastos, o tus gastos no reflejan la vida real o el estilo de vida más básico, realmente no sabes si puedes tener un negocio rentable. Quizá voy a ser un tanto repetitivo con esta idea, pero es importante y en próximas entregas vamos a ver por qué. Pero para resumir, diría que no hay que dejar que el precio venda, hay que aprender a descubrir y vender el valor de lo que uno hace, y con valor me refiero a lo que le aporta al mundo (o por lo menos al cliente). ¿Cómo veía el dinero cuando inicié en el negocio, y en general en mi vida? Desde pequeño... entre que si la televisión y el cine capitalistas, que por alguna razón intentan inculcarnos el anti capitalismo (¿nunca te has preguntado el por qué?), el colegio capitalista que intentaba inculcarnos el anti capitalismo, lo que escuchaba decir a varios adultos (familiares y amigos de mis papás), y que en mi familia no se hablaba de dinero... crecí pensando y creyendo que de alguna forma el dinero era la causa de todos los males y como una especie de arcano. Algo lejano y ajeno. No sabía de dónde venía, y no sabía por qué unos tenían más que otros (y si lo tenían es porque seguramente eran malos). Sólo entendía que se lo daban a la gente por sufrir, y después la gente sufría y renegaba por verlo irse. Era algo que para la mayoría de las personas llegaba, pero no se podía conservar, y esto último era probablemente la parte más negativa del dinero. Siempre se necesitaba más, nunca había un momento en el que pudieras decir, listo, ya no necesito dinero, y la idea de que en algún momento no fuera suficiente parecía catastrófica y fatal. En fin, regresando al hogar, salvo por el tema del ahorro y su importancia, el dinero fue siempre un tema tabú. Nunca supe cuáles eran los gastos de casa, cuánto ganaban mis papás o cómo se administraba el dinero, y para acabarla, tuve mi primer trabajo serio hasta los 20 años. Así que, creo que queda bastante claro y podemos decir, que empecé completamente en blanco respecto a temas monetarios o relacionados con el dinero. Mis papás siempre fueron asalariados, igual que mis abuelos (y no lo digo despectivamente). Podemos decir que no tenían las mejores herramientas para ayudarme o asesorarme sobre cómo manejar un negocio ni sobre cómo emprender. Eso sí, les dio gusto que aprendiera un oficio y tuviera una actividad económica, y me apoyaron de muchas formas y siempre lo mejor que pudieron, como por ejemplo dejarme trabajar en la casa de mi abuela durante 9 años sin pagar renta y pagando solamente la luz. No me quejo, porque como ya lo he comentado, todo era un juego y para mí era recibir dinero por hacer una de las cosas que más me gustaban, pero al final, lo anterior generó que no tuviera idea clara de cosas como costos, gastos, ahorro, y otros temas financieros. Y que al final, cobrar fuera un motivo de vergüenza y angustia. Reflexiones: Me gustaría que de esta entrega no te lleves solo un relato, te comparto las reflexiones que he logrado decantar tras analizar un poco mi historia y el proceso de mi negocio:
Muy bien, creo que está más que claro que durante mis inicios fui todo un incompetente financiero (je,je) pero estoy seguro que conociendo lo anterior tu no tendrás ese problema. Ahora pasemos a ver cómo me lo he ido quitando. Pero esto, en la próximas entregas. Nuevamente te invito a revisar cada una de las entregas de este blog, que iremos publicando periódicamente, y no olvides dejar tu comentario y compartir esta serie si consideras que es un tema importante a tratar dentro de nuestro gremio, o de cualquier otro, cuáles son tus opiniones generales al respecto, así como si te ha resultado útil para tu trabajo. ¿Ya conocías estos puntos o tienes una historia similar? ¿Qué consejo te gustaría compartir con nuestra comunidad? ¡Nos vemos pronto! No dudes en contactarnos si sientes que tu instrumento tiene un problema y deseas que recupere su funcionalidad, o que pueda sentirse lo más cómodo y fácil de tocar, tenemos varias opciones para ello. Si identificas que tu instrumento tiene:
O si deseas capacitarte sobre la implementación de ajustes para lograr la mejor acción... Agenda una cita a través de nuestras redes sociales, nuestro correo electrónico o POR MENSAJE a nuestro WhatsApp. Toda nuestra información en nuestra página de contacto. Esperamos conocerte pronto! También te invitamos a conocer más de nuestro contenido y nuestro trabajo, en nuestro blog regular, nuestro blog de reparaciones, nuestras paginas de servicios (en el menú superior de la página) y nuestro canal de Youtube en donde puedes encontrar más contenido de tu interés.
Los Básicos. Conceptos de Finanzas para Negocios Bienvenido de nuevo a nuestro blog para aprender a costear tu trabajo y ponerle precio a tus servicios. Es un gusto ver que te encuentras comprometido con aprender más sobre la parte monetaria de tu negocio. Si te perdiste la entrega anterior, te invito a que le eches un ojo en este enlace: Por qué consideramos importante cómo saber cuánto debo cobrar por tu trabajo'. Comencemos haciendo algo de imprimación para este blog con algunos conceptos muy básicos que yo conocí o comprendí hasta años después de iniciar mi negocio que pienso son imprescindibles y te pueden ayudar. Para no complicar mucho las cosas vamos a revisarlos de forma muy general y simplificada, y podrás profundizar en ellos si así lo deseas. Además, conforme vayan saliendo las partes siguientes del blog, también iré añadiendo enlaces a las que complementen estos puntos: Ingresos o ventas.
Costos (son lo segundo más importante). Lo mínimo que debe ganar, ingresar o vender tu negocio para no incurrir en pérdidas.
La idea es que sepas en qué gasta tu negocio mes con mes. Algunos son muy obvios, como la renta o los servicios. Pero otros son un poquito más complicados. Tu trabajo es registrar todos los gastos en los que incurre, o incurrirá tu nuevo negocio, si es que vas comenzando y organizarlos en cada una de esas categorías. Para tener algo de perspectiva, piensa en lo siguiente (Vamos a profundizar en todo esto más adelante):
Margen Es lo que le queda a tu negocio después de pagar los gastos o costos directos que le cuesta hacer dinero. No necesariamente es la ganancia. Ganancia (Lo más importante).
Impuestos Lo repito. Cuánto le cuesta a tu negocio el dinero que gana, el dinero que paga y el dinero que le sobra y cuánto le ganas al dinero que pierdes y al dinero que debes. Inflación El porcentaje promedio que le tienes que subir a tus precios, semana con semana, mes con mes, año con año, (según la situación económica de tu país), para que la pérdida de poder adquisitivo de tu moneda y el costo de vida no te ahoguen. Las golosinas lo van a hacer, las gaseosas lo van a hacer, la canasta básica lo va a hacer. Tu también lo tienes que hacer. Aquí me voy a tomar la libertad de añadir un poco de historia, ya que en nuestros países (américa latina) y por variedad de circunstancias asociadas a las narrativas culturales y los políticos que generan tenemos que lidiar constantemente con este tema: En México, para 1994 tuvimos una crisis económica muy fuerte en la que hubo una de las inflaciones más altas de nuestra historia que alcanzó niveles de 52% anual, y aunque fue descendiendo, se mantuvo en números altos durante varios años. Uno de los mejores consejos (según yo) que recibí respecto a esto fue de el dueño de un restaurante de pizzas en el que trabajé, que en una plática durante los momentos tranquilos del día. Palabras más palabras menos, me dijo: 'Después de la crisis hubo meses que tuve que subir los precios cada semana, solo así pudo sobrevivir el negocio.' Creo que ya deben estar por cumplir los 45 años de existencia. Así que estos son en mi opinión los conceptos más básicos y esenciales que debes conocer, y en los que debes profundizar y aplicar correctamente cuando emprendas una actividad económica con el fin de dedicarte a ella. ¿Qué opinas? ¿Piensas que faltó alguno? Nuevamente te invito a revisar cada entrega (que iremos publicando periódicamente) y no olvides dejar tu comentario y compartir esta serie si consideras que es un tema importante a tratar dentro de nuestro gremio, o de cualquier otro, cuáles son tus opiniones generales al respecto, así como si te ha resultado útil para tu trabajo. Siguiente entrega: ¿Cómo fueron mis inicios en la reparación y ajuste de guitarras y bajos y cómo veía el dinero en ese entonces? (¡Ya publicado!) No dudes en contactarnos si sientes que tu instrumento tiene un problema y deseas que recupere su funcionalidad, o que pueda sentirse lo más cómodo y fácil de tocar. Tenemos varias opciones para ello. Si identificas que tu instrumento tiene:
O si deseas capacitarte sobre la implementación de ajustes para lograr la mejor acción... Agenda una cita a través de nuestras redes sociales, nuestro correo electrónico o POR MENSAJE a nuestro WhatsApp. Toda nuestra información en nuestra página de contacto. Esperamos conocerte pronto! También te invitamos a conocer más de nuestro contenido y nuestro trabajo, en nuestro blog regular, nuestro blog de reparaciones, nuestras paginas de servicios (en el menú superior de la página) y nuestro canal de Youtube en donde puedes encontrar más contenido de tu interés.
Bienvenido de nuevo a nuestro blog para aprender a costear tu trabajo y ponerle precio a tus servicios. Es un gusto ver que te encuentras comprometido con aprender más sobre la parte monetaria de tu negocio. Si te perdiste la primer entrega, te invito a que le eches un ojo en este enlace: Ya no 'pagues por tocar'. ¿Cómo saber cuánto debo cobrar por mi trabajo'. ¿De qué tratará este Blog y Por Qué lo Escribí? Primero lo primero, debo comenzar dejando en claro que no tengo entrenamiento académico o formal en temas de contabilidad o finanzas; que siempre es recomendable acercarse a profesionales certificados para resolver tus dudas, y que todo lo que leerás a continuación en este largo blog no es una asesoría financiera, contable o fiscal. Así que cualquier decisión que tomes respecto a los temas contenidos en esta serie, será responsabilidad tuya. También aclaro que esto que escribo parte de mi experiencia de aprendizaje y estudio en el tiempo (los catorrazos), y lo que, tras muchos años dedicándome a esto, leyendo, y manejando un taller, me ha resultado útil y pienso que puede ser una buena guía para otros. De igual forma, algunas cosas podrán ser muy básicas para quienes se encuentren más experimentados y quizá hasta simplistas para quien ya entienda de temas financieros, pero estoy seguro que para quien va comenzando le puede servir mucho. Sin olvidar, por supuesto, que un negocio es un ente de varias dimensiones, y que hay que aprender a entenderlas todas antes que alguien pueda hacerlo por tí (guiño, guiño). Este blog va a ser algo extenso y estará dividido en varias partes (Por lo pronto 15 ó mas, de las que ya están escritas casi todas). Vamos a ver un poco de mi historia y la de GBRCenter, mi forma de pensar respecto a la política de precios. También vamos a correr algunos números y así verás lo fácil que es llegar a un precio que refleje lo que en verdad necesitas. Así que prepara un café, una cerveza, agua fresca, o un vino, saca tu calculadora y algo para escribir. Esta es mi historia y voy a ser honesto y abierto casi por completo. Algunas de las cosas que incluyo me dan algo de pena por distintos motivos, pero las incluyo porque considero que pueden ser puntos de reflexión. Es una plática como si nos estuviéramos tomando ese café o esa cerveza. Conforme nos vayamos acercando al final iremos haciendo ejercicios para que puedas analizar el costo de tu vida y de tu trabajo, y aunque sé que probablemente sea lo que estás buscando desesperadamente y ya quieras saltar ahí, te recomiendo no ir de inmediato a esas secciones para que puedas tener una noción de qué es lo que me ha llevado a escribir sobre esto. Porque después de trabajar 10 ó 12 horas al día durante años, los aprendizajes que comparto aquí me han permitido reducir mi carga laboral y mejorar mi puntualidad en entregas, generando un ingreso similar, con miras a crear un mejor negocio a futuro, y vaya que me hubiera encantado poder hacerlo desde un inicio. Estos son los temas que vamos a tocar en esta serie. Algunos los encontrarás ya terminados para cuando te encuentres leyendo esto y otros aún estarán en proceso:
Así que ¿estás listo?
¿Por qué escribo este blog y qué me gustaría que te pueda aportar?Porque la mayoría de personas que nos dedicamos a esto y decidimos hacerlo de forma independiente, nos avocamos principalmente al oficio y en general contamos con un desconocimiento muy grande de todo lo que tiene que ver con la parte de las finanzas de un negocio. Sumado a lo anterior, porque suele ser un gremio poco abierto respecto a temas de precios y costos, y me gustaría que si un día decides iniciar un negocio de este tipo (o quizá otro), tengas una mejor referencia o un piso más sólido con el cuál comenzar (algo que yo no tuve) y prevenir que tengas una percepción que te pueda hacer complicado el iniciar y avanzar. Sumado a esto, en el gremio también hay una sensación generalizada de que se cobra poco por el trabajo, y pienso que así es, pero aún así nadie quiere o se atreve a cobrar más y pienso que parte de ello es no entender la parte financiera de nuestros negocios, o mejor dicho nuestra ocupación económica. La segunda razón es que salvo honrosas excepciones (aunque cada vez menos), la percepción general que hay de nuestro gremio es de informalidad en cuanto a las entregas y la forma de trabajar. Creo con toda convicción que lo anterior viene en gran parte, de este 'pobre' manejo de los números que podemos tener en algunos talleres, y que pienso debería atenderse para mejorar la imagen de nuestro gremio en áreas como la calidad en los servicios, mejora en el servicio al cliente y la formalidad. Sin dármelas de sabio ni mucho menos, y dejando en claro que lo que te comento aquí no es la única y absoluta verdad, ni el único camino, solo mi experiencia, y aún me falta mucho por aprender. También que quizá esto que escribo te resulte un sin sentido, o muy básico, y encuentres un mejor modelo de negocio que un día me puedas compartir (y créeme que lo agradeceré). De igual forma, si no estás de acuerdo, cualquier comentario constructivo es bienvenido. Con esto en mente trataré de cubrir con el mejor detalle y dentro de mis posibilidades los temas financieros que considero medulares y que de alguna forma considero tengo ya bajo el cinturón, así como algunas pinceladas de otros temas que son importantes para tomar en cuenta pero que quizá mi aportación no sería lo más educada posible y por lo tanto los mencionaré solo superficialmente. Nuevamente te invito a revisar cada entrega (que iremos publicando periódicamente) y no olvides dejar tu comentario y compartir esta serie si consideras que es un tema importante a tratar dentro de nuestro gremio, o de cualquier otro, cuáles son tus opiniones generales al respecto, así como si te ha resultado útil para tu trabajo. Siguiente entrega: Los conceptos básicos No dudes en contactarnos si sientes que tu instrumento tiene un problema y deseas que recupere su funcionalidad, o que pueda sentirse lo más cómodo y fácil de tocar. Tenemos varias opciones para ello. Si identificas que tu instrumento tiene:
O si deseas capacitarte sobre la implementación de ajustes para lograr la mejor acción... Agenda una cita a través de nuestras redes sociales, nuestro correo electrónico o POR MENSAJE a nuestro WhatsApp. Toda nuestra información en nuestra página de contacto. Esperamos conocerte pronto! También te invitamos a conocer más de nuestro contenido y nuestro trabajo, en nuestro blog regular, nuestro blog de reparaciones, nuestras paginas de servicios (en el menú superior de la página) y nuestro canal de Youtube en donde puedes encontrar más contenido de tu interés.
Ya no 'pagues por tocar'. ¿Cómo saber cuánto debo cobrar por mi trabajo? 'Pagar por tocar' es una frase más que conocida entre los músicos. Un ejemplo de eso consiste en lograr generar una entrada para un venue a través de la venta de boletos para alcanzar una cuota acordada, que si se logra, hace a la banda acreedora a un pago en efectivo por sus servicios interpretando su música o la de alguien más. Esto nos habla de un par de cosas:
En este caso la banda se convierte en una especie de activo publicitario o de ambientación con el que el lugar atrae comensales para consumir en el lugar, y amenizar su estancia; y el lugar, en un espacio para que la banda se presente y disfrute del gusto de tocar en vivo para sus amigos y para varios desconocidos sin la necesidad de pagar por el uso de ese espacio. En primera instancia es una especie de win-win (con catch), en el cual el lugar se lleva la mejor parte en materia económica, ya que si la banda no consigue gente, esta no recibe una remuneración, y el lugar no incurre en un gasto por tener música en vivo para amenizar la estadía de sus comensales. Sin embargo, la banda sí invirtió en tiempo, transporte, en instrumentos, tal vez en vestuario, en tiempo de ensayo, etc. Obviamente a largo plazo, no es algo sostenible para la banda, porque por mucho que se ame la música, y aunque se pueda tratar de un grupo de jubilados cuyos ingresos se encuentran asegurados de por vida y lo hagan solo por gusto, lo más probable es que salvo algún tipo de arreglo con el lugar, como utilizarlo para ensayar sin costo, o algo similar. Es la naturaleza del hombre esperar recibir algo a cambio por algo que se brinda a otro, y que, por lo menos en perspectiva, deberá ser de una proporción similar a lo entregado (precio). Si esto no se da, cualquier intercambio se percibe ventajoso y/o beneficioso solamente para uno de los lados. En pocas palabras, también para la banda debe ser negocio o es una transacción injusta. Hago la analogía porque es algo con lo que muchos instrumentistas, aunque se dediquen a tocar solo por hobbie, se pueden sentir identificados y quizá les ayude a tener mayor apertura a lo que trataremos en este blog dirigido tanto a clientes de talleres de guitarra, como a colegas, y que muchas veces (tal vez sin saberlo ninguna de las partes), pueden aplicar a su laudero de confianza, la misma que el bar o restaurante con ellos. ¿Por qué? Porque pasa algo similar con los lauderos y guitar techs. Cada reparación o cada construcción es un juego (de estrategia) y un desafío; algo que nos apasiona, nos divierte, nos brinda crecimiento intelectual y espiritual. Es tanto nuestro gusto por realizar o aprender a hacer algún trabajo y probarnos a nosotros mismos y nuestras habilidades, que lo haríamos hasta sin cobrar (el equivalente a 'darse a conocer'), o cobrando lo mínimo necesario, lo cual muchas veces puede ocasionar que terminemos metidos en problemas porque en cierto punto un trabajo determinado puede requerir que invirtamos más tiempo y dinero para llevarlo a buen puerto y terminamos arrepintiéndonos de haberlo aceptado. Si bien esto es parte natural del proceso de aprendizaje y todos debemos, o mejor dicho, vamos a vivirlo alguna vez, puede ser mucho más llevadero si se cuenta con la seguridad en el bolsillo para solventarlo o termina volviéndose algo insostenible. "¿Cuánto cobran por esto o por aquello?" ó "¿cuánto cobrarían por este trabajo?", son preguntas muy comunes en los grupos y comunidades de lauderos y guitartechs, y un tema a veces tabú, pero que preocupa a muchos de quienes nos dedicamos a esto, a algo relacionado, o a quienes quieren iniciar. Y preguntar no tiene nada de malo, es la primer forma de saber algo, consultar con alguien que ya lo sabe. Pero en la mayoría de ocasiones, las respuestas me dejan perplejo. Cosas como 'los materiales y un poco para ti', o 'según el tiempo que te tome', se quedan muy lejos de ayudar a alguien a tener y realizar una actividad que le remunere de verdad. Y sí, muchas veces es difícil saber cuánto cobrar por el trabajo especialmente si no se estudia una carrera que tenga que ver con números, como finanzas, economía o negocios, y si se crece en una sociedad que ve como inmoral el que un negocio tenga ganancias (¿No le pierdes?). Traumas aparte, esto nos lleva a preguntas del tipo de ¿Cómo saber qué es justo y qué no? ¿Hay un mínimo? ¿Está bien 'sacarle algo' a lo que hago? (Respuesta corta, sí y es tu deber), ¿Si cobro más barato voy a tener más clientes? Y es nuestra opinión que de lo anterior parten muchos de los vicios y círculos viciosos que se pueden encontrar en muchos oficios como el nuestro, y que es un tema que debe tratarse abiertamente, porque creo con toda sinceridad que puede ayudar a ser mejores, hacer un mejor negocio y un mejor gremio. ¿Cómo? Lo veremos bien avanzado este blog muy largo (más de 15 entregas y posiblemente 20), así que continúa leyendo. Al final, cuánto cobrar siempre terminará siendo una decisión personal e individual, y multifactorial. Por ello es importante que involucre, o por lo menos se consideren varios de esos factores; que se tome de la manera más informada, y que se cuente con algo de flexibilidad para implementar un precio correcto con el que no termines 'pagando por tocar' más de lo necesario. Quizá algunos de esos factores ya los conoces, y algunos tal vez no, o no los habías considerado de la forma en la que los presentaré en esta serie. Así que te invito a revisar cada entrega (que iremos publicando periódicamente) y no olvides dejar tu comentario y compartir esta serie si consideras que es un tema importante a tratar dentro de nuestro gremio, o de cualquier otro, cuáles son tus opiniones generales al respecto, así como si te ha resultado útil para tu trabajo. También, podrás encontrar enlaces a las otras entregas en el menú del blog, y dentro de cada entrega, a la entrega anterior y la siguiente: Siguiente entrega: ¿Qué temas vamos a revisar en este blog y por qué lo escribí?
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GBRCenter® (Mario Cárdenas)
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